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El nueve

Desde la numerología también se dice que el número 9 es alcanzar la iluminación, así pues, todos hemos recorrido un camino a lo largo de estas meditaciones para acércanos más y más a la Luz, la Luz que hoy también está bien presente en este espacio y en este momento porque estamos viviendo las máximas horas de luz, en nuestro día a día.

A veces la Luz es tan intensa que nos es difícil poder ver claro, pero en la medida que confiamos y nos acostumbramos a Ella es una Luz que nos facilita la visión, una visión lucida de todo lo que acontece en nosotros en primer lugar, pero también de todo lo que acontece en el entorno. Es como si en cada acción de nuestro día a día estuviera presente una pequeña Luz, un farolillo de Luz, que nos ilumina para que comprendamos.

Evidentemente si estamos atentos seguramente hemos podido experimentar que somos distintos de tiempo atrás, y siguiendo el número de cifras en las que hemos estado trabajando, nueve meses atrás seguramente no éramos tan maduros, tan conscientes y tampoco estábamos tan confiados y nos sentíamos tan seguros, como hoy en este momento. Ha sido gracias al trabajo que se ha realizado entre todos, a la energía que entre todos hemos sostenido, porque no solo es una energía presente en este corto tiempo en que nos unimos de forma física, sino que también está bien presente a lo largo de nuestro día a día y en el transcurso de todo este caminar.

Sintámonos afortunados y agradecidos porque la energía se ha acercado a nosotros, porque nos hemos abierto para recibirla. Es muy importante la actitud de apertura para poder recibir todo aquello que el Universo, la vida, el creador, la Luz nos envía a cada instante, más a menudo nos vamos cerrando en nosotros mismos y con la puerta cerrada pocos regalos se pueden entregar.

El 9 nos invita a abrirnos, a conectar con lo divino que ya está en nosotros y de una forma segura y confiada, manifestarlo en nuestra cotidianidad. Este eje recto y firme que se ancla en esta Tierra, en este espacio tiempo que hemos escogido vivir, porque en el Universo, en la creación, en la vida, nada se impone, sino que libremente se acepta.

Es como ahora cuando nos reunimos que libremente decidimos participar. Es importante pues, si así lo sentimos, que mantengamos esta actitud de apertura porque va ser un tiempo, este próximo tiempo en el que podemos recibir muchos regalos, para ello debemos estar atentos, tener una visión clara de todo lo que acontece, dejarnos acompañar por esos farolillos de Luz y así poder recibir estos regalos.

Sintámonos Seres privilegiados porque todos hemos experimentado el gran potencial que hay en el mundo sutil, a ese mundo al que nos acercamos cuando meditamos, a veces cuando ensoñamos y, todo este potencial, facilita que pueda manifestarse en formas bien estructuradas en este espacio tiempo

Así pues, cualquier cosa que sintamos realmente como una necesidad verdadera podemos viajar a lo sutil para llevarlo a  la materia, especialmente cuando conectamos con la energía del 9, esta triple triada, esta culminación en nuestro camino.

Es muy distinto tener una visión del paisaje desde el valle que si conseguimos subir a una alta montaña. Estamos pues hoy en la cima de esta montaña y podemos vislumbrar perfectamente todo el paisaje  que nos rodea. Desde este punto, desde este lugar, lo que acontece en el valle pierde importancia. Lo importante es que, desde este punto, desde esta cima de la montaña, encontramos esta energía de conexión con lo sutil, energía de conexión con la misma montaña, energía de conexión con el paisaje y desde esta conexión enviar energía amorosa a todo cuanto vemos. Esa es la mejor forma de contribuir a que todo lo que tenga lugar en el valle se desarrolle de forma más armónica y amorosa. Hoy no puede faltar en este paisaje, en la cima de esta montaña un espléndido Sol en el cielo, un Sol que casi podríamos decir está en el mediodía, su punto máximo de Luz.

Un Sol que todo lo alumbra, que no deja lugar sin Luz, y que todo aquel que lo sienta puede salir para recibirla. Recibir la Luz como un símbolo de limpieza, como un símbolo de nutrición, como un símbolo de conexión con el creador, con la energía amorosa, esa energía que sostiene la creación y que todos tenemos en nosotros.

Respiremos en esta energía de Amor, respiremos acompasados en Ella y mantengámosla en este círculo en forma de espiral y cuando llegue a su máximo punto de esplendor compartámosla con todos aquellos Seres o lugares de la Tierra y del Universo que lo sintamos.

Es una energía infinita y eterna que se adapta a las necesidades de cada uno. Respiremos en esta energía, en este momento de silencio y, durante el silencio, potenciémosla  para luego compartirla, siempre en beneficio de todos.

con Amor y Luz-21-06-2024

El ocho

Con la última meditación la del número 7 incorporamos a nuestra realidad toda la parte espiritual, todo este aspecto sutil que permanece aún después de esta existencia.

Hoy lo que podemos ver en esta nueva cifra, en este número 8 es que la conexión con el mundo sutil y el mundo material está siempre a nuestro alcance y siempre activa. Nuestro corazón es el punto de conexión de ambos mundos, de ambas realidades, que se mueven de forma constante en nuestra cotidianidad.

No hay pues una separación entre lo material y lo sutil, sino que siempre hay una conexión permanente, solo depende de nosotros el que realmente podamos abrirnos a esta conexión.

También podríamos tener otra imagen que nos puede permitir comprender mejor la conexión entre lo sutil y lo material, y es tener la conexión más cercana con nuestra Alma, pues está situada precisamente en este punto en donde se unen ambas realidades y estas realidades para el Alma son nuestro Personaje y nuestro Ser.

Tener pues bien presente al Alma en nuestra cotidianidad nos facilita  poder estar conectados a lo sutil, transitar de lo sutil a lo material y también de lo material a lo sutil.

Así pues nuestra Alma es el vehículo que conecta ambas realidades.

Nuestra Alma es como aquella sustancia permeable a ambas energías, aquella membrana necesaria para que haya un buen intercambio entre dos medios distintos.

Con nuestro corazón activo nos es mucho más fácil conectar con nuestra Alma, un Alma que aun refleja una figura humana, pero más sutil, menos densa, más luminosa.

Todo aquello que en nuestra existencia nos sorprende, por ser ya un aprendizaje adquirido nace en nuestra Alma.

Todos aquellos sentires que nos conectan con Seres que a lo mejor no son próximos también procede de nuestra Alma y la conexión más cercana a la Madre Tierra también nace en nuestra Alma, porque Ella recuerda todas nuestras existencias, las experiencias compartidas y gracias a ellas mantiene esta conexión próxima con Ella.

Aunque para nosotros a lo largo de nuestra existencia nuestros recuerdos, a veces, se desdibujan en el tiempo, para nuestra Alma todo está bien ubicado y concreto, sabe de dónde procede cada uno de nuestros rasgos, de nuestras características, incluso del vocabulario que utilizamos, de la escritura que tenemos, de los movimientos que realizamos.

Así pues esta singularidad de cada uno se sustenta en nuestra Alma y desde Ella pasamos a lo absoluto, a lo unificado. Por eso aun estando en la materia podemos tener experiencias extraordinarias en las que vivimos esta unidad como una realidad cotidiana, tengamos pues hoy bien presente en esta meditación del número 8 que tiene este punto común entre ambas direcciones, a nuestra Alma.

Acercándonos a Ella podremos comprender mejor nuestras actitudes, también nuestras creencias y patrones y al mismo tiempo descubriremos también nuestra esencia, porque nuestra Alma refleja la Luz del Ser. Ese Ser eterno, ese Ser iluminado que nos acompaña.

Aunque para nuestra mente racional necesitamos a veces para entender hablar de conceptos separados, si intentamos sentir nuestro interior y ahora más con el corazón activado podremos comprender mejor que todo forma parte de una misma energía, como el 8 que primero para construirse desciende y luego vuelve a ascender y no deja de ser el mismo trazo. Depende de en qué punto nos situemos podremos experimentar una realidad o la unión de las dos realidades, la sutil y la material.

Si solo vivimos desde nuestro personaje, vivimos limitados, todo nos requiere un sobreesfuerzo. Más si ampliamos nuestra perspectiva y vemos el 8 completo, nuestra realidad se vuelve más liviana, tenemos siempre la ayuda que necesitamos y podemos experimentar más allá de los límites de la materia. Así como nuestro Personaje se mueve en la cotidianidad a menudo desde su mentalidad, esa parte pequeña de la mente construida con los patrones que hemos recibido, las creencias en las que nos han educado, si amplificamos e incorporamos a nuestra realidad el Alma, nuestra mentalidad se expande y crece.

Podemos hablar ya de nuestra mente humana, una mente que se abre a experimentar y comprender el mundo sutil, porque tiene ya experiencias desde su espiritualidad. Si además incorporamos nuestra esencia, ese Ser eterno e ilimitado, estaremos conectados a la mente unificada. La mente que sostiene la creación, esa energía amorosa desde la que todo se crea.

Aprovechemos pues estas cualidades y características, del número 8, representantes de esta energía infinita. Una energía infinita a la que accedemos en todo momento y en cualquier lugar gracias a nuestra Alma.

Repasemos el trazo del número 8, visualicémoslo ahora con los ojos cerrados, bajemos construyendo esta onda que desciende y en el punto más bajo inicia de nuevo la ascensión para llegar al origen. Ese es también el recorrido que hacemos nosotros en cada existencia humana. Descendemos del mundo sutil para completar todo un recorrido hasta que ascendemos de nuevo al mundo sutil y nuestra Alma es el vehículo que lo facilita, que lo posibilita.

Respiremos y sintámonos mucho más próximos a Ella, tomémosla como compañera en nuestra cotidianidad. Nuestra Alma es el puente, el entreenlace, el vínculo que nos facilita la conexión con esta energía de  potencial infinito, ahora bien presente en nosotros y en este espacio.

Conectados con Ella brindándonos esta oportunidad, recojámosla y regalémosla a todos aquellos Seres que la necesitan, a lugares de la Tierra para que todo se conecte a este potencial, un potencial siempre en beneficio de todos.

con Amor y Luz-17-05-2024

El siete

Se dice en la biblia que en el séptimo día el Creador descansó, así pues, el número 7 su frecuencia y su vibración nos invitan al descanso, más no a un descanso pasivo sino un descanso activo. Aprovechar este descanso para reflexionar, para reconocernos, para sentirnos.

El 7 es la suma del 4 y el 3. El 4 en representación de todo el mundo material y el 3 como representante del mundo sutil, cuando ambas cifras se unen y dan como resultado el número 7 nos invitan a estar en nuestra casa, en nuestro hogar y a reconocerla, saber que estancias tiene, que objetos contiene, como esta su interior, si es luminoso, si esta ordenado, si está limpio.

A menudo dedicamos mucho más tiempo a todo lo externo, a la limpieza externa, al orden externo que a la limpieza y al orden interno y cómo podemos comprobar, en el entorno material que a menudo nos rodea, si no le dedicamos tiempo y atención tiende al desorden. Así también nuestro interior, si no le dedicamos tiempo y atención tiende al desorden, es pues necesario que cada uno tenga la voluntad de entrar en su hogar y componerlo.

Componerlo con las muchas experiencias que el Universo ofrece a cada uno, algunas experiencias que desde nuestra mentalidad podemos nombrar como beneficiosas y algunas entre comillas no beneficiosas, que con el tiempo a menudo se transforman.

Todos vivimos experiencias distintas y únicas para que descubramos nuestra singularidad, pero también vivimos muchas experiencias comunes, por lo que podemos compartir este mundo, esta realidad que también nos permiten descubrir aspectos nuestros, más el hogar de cada uno, es único y singular.

Este hogar particular de cada uno se adapta a los deseos, así pues, nosotros según nuestros deseos podemos decorar el interior, distribuir el interior según nuestras necesidades, también los objetos que acogemos, todo aquello que creemos necesitar.

Respiremos para conectar con este espacio, con la energía que incorporamos y con el fluir de esta energía podemos apreciar algunos detalles, de todo lo que podemos visualizar y sentir escojamos un objeto, algo que para nosotros es valioso en este hogar interior de cada uno. Significa que es esencial para nosotros en nuestra vida cotidiana para sentirnos formar parte de la creación, intentemos descubrir las razones que nos ha llevado a escoger ese objeto y encontremos esas razones.

Fijémonos ahora en su forma, solo en su forma, redonda, cuadrada, ovalada, triangular, ¿porque razón nos gusta o nos atrae esta forma? Ahora fijémonos en su color o sus colores, los matices, porque razón siento atracción hacia esos colores hacia ese color en particular.

Conectando ahora más desde el sentir ¿Qué emoción activa en mi ese objeto? ¿y esta emoción cuando llega a mi mente que sentimiento activa? ¿Y qué sensación siento en mi cuerpo?

Tenemos 3 razones y 3 sentires unámoslos en nuestro corazón y de corazón a corazón, de nuestro corazón al corazón de ese objeto, ¿Qué palabra me llega? De corazón a corazón, los latidos se sincronizan y toda cosa creada late, vibra, la energía fluye y en este fluir, en esta respiración sincrónica, en esta respiración unificada, somos. Somos a aquí y ahora.

Respiremos para unificar el campo energético del objeto y mi campo energético desde esta unidad, desde esta fusión, soy y estoy, respiramos en esta fusión 7 veces inspirando y exhalando cada uno a su ritmo. Hemos llegado al corazón, al corazón de la creación, al corazón donde todo está conectado, donde todo está unido, a la fuente de la energía amorosa, esa fuente de Luz que todo lo ilumina.

La vibración del 7 me marca ese camino, me facilita llegar al corazón.

El número 7 me permite descansar en el corazón después del viaje para más tarde iniciar de nuevo el camino, un camino para vivir con salud, en la cotidianidad.

Respiremos 7 veces para volver a ver el objeto en el entorno, visualicemos nuestro hogar y como ese objeto lo ilumina, como lo transforma, como lo limpia y lo ordena.

Respiremos por 7 veces para conectar de nuevo con nuestro cuerpo y con el punto de contacto del pulgar izquierdo en la palma derecha de nuestra mano, mantengámonos en silencio unos minutos para integrar esta vibración del 7, esa frecuencia.

con Amor y Luz-19-04-2024

El seis

Si seguimos el trazo del número 6 en nuestra escritura y seguimos la dirección de este trazo veremos que la energía baja hacia abajo y se construye un círculo con ella. Esto significa que todo aquello que recibimos desde arriba, desde la energía sutil, a la que cada uno accede según su momento y estado, debe ser movido o debe circular aquí en la Tierra para compartirlo. Para que todos nos beneficiemos y para que nos ayude a tener una mayor comprensión y elevar nuestra consciencia, así todo tiene su importancia y su significado.

Otro símbolo que representa perfectamente el número 6 es la estrella de 6 puntas, indicando también que debe unirse en nosotros aquello que recibimos del Cielo y lo que recibimos de la Tierra para ser expandido y compartido. Si ambas dimensiones la interior y la exterior están en equilibrio y en armonía tenemos un 6 en la justa medida.

También tenemos representado el número 6 en esta imagen de la semilla de la flor de la vida, los 6 pétalos que salen de este centro común y los 6 que enlazan los demás pétalos.

La semilla contiene todo el potencial de la creación, la semilla esta permanentemente en conexión con el entorno para saber cuándo es el momento para germinar y desarrollarse. Así nosotros debemos, también, estar en conexión con todo el entorno para saber cuál es el momento propicio para cada cosa.

A medida en que vamos avanzando, que vamos compartiendo, que vamos accionando, vamos descubriendo nuestro potencial. Un potencial que aún esta dormido en muchos aspectos, pero poco a poco estando mucho más presentes y atentos, vamos a despertar.

La estrella de 6 puntas y también la flor de la vida nos marcan 6 direcciones donde debemos manifestar todo aquello que recibimos del mundo sutil,  porque todo tiene una dirección oportuna. Así, si miramos hacia abajo, conectaremos con nuestra Madre Tierra, si miramos hacia arriba conectamos con todo el Universo y situados en nuestro corazón ambas miradas se equilibran. La energía de la Tierra es una energía que nos penetra, que torsiona y pasa por nuestro interior más la energía del Universo es una energía que nos envuelve, ambas energías en el corazón se unen y de esa unión se crea un campo de energía circular que acoge a todo lo que tenemos a nuestro entorno. Este campo que se genera, es un campo de energía infinita con un movimiento ondulatorio que conecta con todos y con todo.

Si miramos hacia nuestra derecha podremos ser conscientes de todo lo que ocurre en este instante presente, es nuestra polaridad masculina, nuestra autoridad y poder. Si miramos hacia la izquierda podremos tomar consciencia de las experiencias que aún nos retienen en el pasado, las que crean resistencias para vivir el momento presente, también esta dirección marca nuestra energía femenina la energía que cuida y protege, una energía de ternura y de compasión. Ambas miradas se unen en el corazón y, en el corazón se equilibran y armonizan disolviendo el miedo a usar nuestro poder, a ejercer nuestra autoridad, pero al mismo tiempo siendo la energía más tierna y delicada, la más compasiva.

Si miramos hacia adelante seguramente veremos el horizonte, un horizonte compartido con todos y con todo, y del horizonte hacia nosotros un camino de Luz con muchos otros Seres que nos van acompañando, porque nunca nos dejan solos, en estos tiempos el camino se hace mucho más amplio, mucho más suave para que todos nos veamos capaces de transitar por él y llegar al horizonte compartido,  el horizonte desde el que nace la Luz, la Luz que da origen a todo lo creado.

Este horizonte nos llena de tranquilidad pero también de emoción, una emoción que hace que nuestro corazón se abra y se llene de esta Luz que brilla en este horizonte. Nuestra conexión con esta Luz es directa si miramos hacia atrás, habiendo conectado con esta Luz que todo lo origina, recuperaremos memorias de otras vidas nuestras, todas estas vidas tienen como vinculo nuestra Alma, Ella es la portadora de toda esta información. Una Alma amorosa que siempre esta dispuesta a compartir, a comunicar, a colaborar, Una Alma en que la dualidad, fácilmente se unifica porque su comprensión es grande y profunda de todo aquello que acontece a lo largo de las existencias.

Ambas miradas adelante y atrás, unidas en nuestro corazón nos alinean con la energía de este momento,  permitiéndonos la verticalidad necesaria para que la energía, para que la información, para que la sabiduría se manifieste aquí y ahora. Así, nuestro corazón crece emanando en todas estas direcciones, un corazón que a medida que la energía fluye se expande más y más para que entre todos se forme un solo corazón.

Respiremos todos al unísono con el latido de este corazón que a todos nos contiene, es un corazón cristalino, un corazón de Luz para iluminarnos en estos momentos de reflexión, en estos momentos de sentir, en estos momentos de conexión.

Al unísono cada uno recibe lo que más necesita, aquello más oportuno y en la justa medida. Recibimos Amor para compartir Amor, recibimos alegría para compartir alegría, confianza para compartir confianza, compasión para compartir compasión, silencio para compartir silencio, voluntad para compartir voluntad, escucha para compartir escucha…

Dejemos que este corazón conjunto que se ha construido emane a cada uno de nosotros como el trazo del número 6 que baja y crea el circulo aportando a cada uno aquello más oportuno y así nosotros podamos también seguir este movimiento estemos donde estemos, con quien estemos, facilitando este compartir.

Respiremos al unísono unos minutos más hasta que este corazón se disuelva.

con Amor y Luz-15-05-2024

 

El cinco

Toda existencia humana tiene un propósito y es ser conscientes de su verdadera naturaleza, no solo la parte física perceptible para nuestros sentidos físicos, sino también estar abierto y tomar consciencia de toda la parte espiritual que nos conforma.

En realidad nuestro espíritu se pierde en los confines del universo, así todos compartimos un mismo espíritu, un mismo origen, una misma energía, como este elemento éter que nos contiene a todos y permite, libremente, que cada uno nos manifestemos en una forma singular, en una combinación única de los 4 elementos. Todos tenemos en nosotros una parte de fuego, aire, agua, y tierra, en una combinación y una  proporción únicas, que se va adaptando a nuestras necesidades a lo largo de todo nuestro crecimiento. Permitir que estos elementos se manifiesten libremente en nosotros es una práctica constante, porque a menudo tenemos resistencias o creencias que no lo permiten.

La vibración del 5 hoy nos facilita liberarnos de todo aquello que nos limita, de todas las resistencias que podamos tener para manifestarnos como lo que realmente somos, para retomar nuestro poder, para hablar desde esta energía amorosa que todo lo sostiene, para sentir.

El pentágono tiene forma de casa, pero para que una casa se sostenga necesita tener un buen fundamento. El fundamento es nuestra materia aquí en esta Tierra y en este espacio/tiempo, así pues, cuidar nuestra materia es una acción prioritaria. Una materia que este equilibrada, que se sienta fuerte, que tenga bienestar es capaz de sostener un edificio. Pero las casas, todas, tienen una cubierta y la cubierta es lo que conecta con el Cielo, así pues, también esta materia mucho más sana, mucho más equilibrada y armónica, tiene una conexión mucho más fácil y cercana con esta energía más sutil, con esta energía universal que a todos nos acoge.

Solo desde el equilibrio y la armonía, desde una buena alineación de nuestro eje esta energía universal se manifiesta de forma equilibrada y armónica en la materia. Si no tenemos un buen fundamento, si no estamos, como decimos otras veces, bien enraizados en esta Tierra es difícil que podamos sostener el tejado de nuestra casa. Pero también, si solo tenemos una conexión con la energía sutil y tenemos una conexión difícil con la materia toda esta energía sutil difícilmente llega a manifestarse en ella.

En el 5 encontramos este punto de equilibrio, todo este espacio en donde ambas energías pueden convivir, interactuar, entrelazarse de forma fácil y armónica, pueden convivir en nuestro interior sin lucha alguna, facilitando un dialogo constante, un dialogo que permite el enriquecimiento mutuo, que facilita la subtilización de la materia y la materialización del espíritu. Así cada vez es más perceptible su fusión, su unidad.

Permitámonos, hoy, en esta meditación sentir de forma plena nuestro cuerpo físico, todo el perímetro de nuestro cuerpo físico que conforma nuestra imagen, a través de percepciones como el calor, la posición de nuestra columna, de nuestros brazos, de nuestros dedos, de nuestras piernas, pero también abrámonos a percibir esta parte sutil, este espíritu que nos acompaña siempre, ese Ser de Amor y Luz que nunca nos abandona. Sintámonos más expandidos como si, poco a poco, creciéramos y ocupáramos todo este espacio y permitámonos sentir también, este cuerpo sutil que todos poseemos y, como a través de todos los poros de nuestra piel, están interconectados.

Expandiendo todo nuestro cuerpo sutil seguramente nos es difícil percibir nuestros limites, simplemente se expande más y más esta energía fundiéndose la de cada uno en una sola energía, en un solo Ser, ese Ser de Amor y Luz que nos aporta a cada uno aquello que más necesitamos, sin necesidad de palabras, simplemente desde una mayor consciencia.

Es como si de ese Ser común en el que nos hemos encontrado se desprendieran rayos de Luz para cada uno, una Luz que nos limpia, que nos armoniza, que nos equilibra. Un rayo de Luz azul hacia nuestra garganta para que podamos expresar y decidir en cada momento aquello que más beneficia a todos. Un rayo azul índigo hacia nuestro tercer ojo para que nuestra mentalidad se abra a esta mente más universal, que nos conceda mayor discernimiento, mayor claridad, mayor voluntad. Y un rayo violeta hacia nuestra coronilla y desde ese punto de nuestra cabeza abrirnos a este conocimiento del Universo, al funcionamiento de la vida, a esta energía amorosa que todo lo sostiene. Y que estos 3 rayos nos permitan tomar consciencia de nuestro poder, de nuestro propósito, de nuestro servicio.

Que este número 5, que esta vibración, esta frecuencia nos facilite este equilibrio y con el equilibrio presente, no tengamos miedo a abrirnos, a que nuestra mentalidad se transforme, a que nuestros sentidos físicos se expandan, a que en nosotros convivan nuestras dos naturalezas pacíficamente, amorosamente. Que cada uno de nosotros vea con claridad el próximo paso a dar, que no haya lugar para la duda, para el miedo, es momento para iniciar de nuevo el camino, para pisar respetuosamente la Tierra, sentirla, amarla, pero también mirar al Cielo, sentirlo, amarlo, y que ambos tengan un lugar, un lugar en nosotros.

Recojamos de nuevo esta energía que hemos expandido para unificarnos, a través de la respiración acerquémosla de nuevo a nuestro cuerpo físico, a todo nuestro perímetro, recorramos nuestra forma, sintamos nuestro cuerpo y mantengámonos unos momentos en silencio para sentir los cambios, para percibir esta transformación en nuestros sentidos físicos, en nuestra mentalidad, en nuestra expresión, y la tranquilidad y la paz que conllevan.

Estamos aquí cada uno en su lugar, en el lugar que le corresponde y desde mi lugar me dejo sentir.

 con Amor y Luz-16-02-2024